domingo, 17 de junio de 2012

domingo, 10 de junio de 2012

Empresario = flexibilidad


Como ya terminé el semestre y entregué notas, estoy rediseñando mi rutina y mi horario para los próximos meses.  En días recientes, verifiqué mi agenda y vi que mis seminarios se llenan más cuando los doy durante los fines de semana.  Por lo tanto, como empresaria, tengo que ajustarme a la necesidad de mi cliente.

Significa que, al parecer, mis días libres serán lunes y martes o jueves y viernes, si los quiero corridos. Claro, que en este mundo empresarial, mis días nunca son “libres”.  La verdad es que todos los días —a mayor o menor grado— hago algo relacionado con el negocio.  Ese es un reto que acepté cuando decidí convertirme en empresaria.

De hecho, esa flexibilidad es una de las cosas que más me gusta de tener un negocio propio.  Si bien es cierto que trabajo más, también tengo más control de qué hago y cuándo.  Si no quiero trabajar hoy, no trabajo, pero esa decisión jamás puede afectar a mi cliente.  Tal vez ese detalle es el que a veces se nos olvida como empresarios pues no tenemos un jefe que nos diga lo que tenemos que hacer, pero tenemos clientes que dependen de que hagamos lo que tenemos que hacer a tiempo.  Por lo tanto, es más la responsabilidad.

Y volviendo al asunto de los días libres, yo creo que en tener un plan.  Por ejemplo, que mis días libres sean lunes y martes, pero no por eso seré inflexible con un cliente.  A fin de cuentas, como diría mi padre, “el cliente siempre tiene la razón”.

¿Cómo acomodas tus días libres con relación a tu vida familiar y tus responsabilidades empresariales?

domingo, 3 de junio de 2012

Consejos para tu blog


Los blogs son una especie de bitácora donde puedes escribir sobre un tema que te interesa o que dominas.  Tu blog puede incluir fotos, textos, vídeos, listas de pasatiempos y libros favoritos, por ejemplo.

Los blogs te permiten establecer una relación con el lector por lo que se redactan como si le estuvieras hablando, o sea, en lenguaje sencillo. Puedes hacerle preguntas a tu lector y motivarlo a participar en tu blog para que sea interactivo.  Recuerda contestar los comentarios que te dejen.  También puedes invitar a otros blogueros a escribir en tu blog.

Puedes personalizarlo en términos de diseño y contenido, pero ten en cuenta que lo que escojas debe ir a la par con el mensaje de tu blog.  Por ejemplo, si escribes sobre los viajes, puedes incluir un diseño que tenga un avión, pero no uno que tenga la foto de una nevera —porque nada tiene que ver con tu mensaje—.

Puedes actualizar el blog a diario, semanal o quincenalmente, pero debes ser uniforme en la frecuencia para que tus lectores sepan cuándo entrar a leer la nueva información.  Es importante que la información que proveas sea útil, resuelva problemas o simplifique la vida de tu lector.  Eso lo motivará a entrar una y otra vez.

Una entrada de blog puede tener alrededor de 300 palabras, pero no te limites si tienes más que decir ni te obligues a escribir verborrea para cumplir con la cantidad de palabras.

Como en todo escrito, vela por no cometer errores ortográficos ni gramaticales pues eso desanimará a tu lector y te restará credibilidad.

Como consejo final, recuerda invitar a tus amigos y familiares a leer tu blog y compartirlo con otros.  También puedes enlazar tu blog a tus redes sociales de Twitter y Facebook para que la gente tenga más probabilidades de encontrar y leer tu blog.