¿Por qué tenemos la mala costumbre de llegar
tarde a todas partes? Yo comprendo que
en estos días tenemos tantas cosas que hacer que el tiempo se nos escapa, pero
tener como costumbre llegar tarde da
una mala impresión.
Como empresarios, no nos podemos dar el lujo
de causar una mala impresión. Y tal vez
no sea tan difícil de corregir, quizás con un poquito de organización lo podemos
lograr.
Algunos de mis truquitos para llegar a tiempo
son:
- Levantarme más temprano.
- Programar una hora de camino para la primera cita del día porque en las mañanas suele haber más tráfico y 30 minutos de camino para las próximas citas (si son relativamente cerca).
- Adelantar el reloj del carro 10 minutos.
Una cosa es emplear “la hora puertorriqueña”
para actividades sociales en las que no queremos ser los primeros en llegar, pero
otra muy distinta llegar tarde a un seminario o a una reunión con un cliente. Estos pequeños detalles dicen mucho. Dejemos
que las tardanzas sean solo excepciones
y sentiremos que somos más productivos en los negocios y en la vida.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario