Ayer comenzó oficialmente el otoño, ya quedan apenas tres meses para terminar el año. Este momento es rico porque comenzamos a ver el fruto de los esfuerzos de este año y empezamos a ver los proyectos que se pueden lograr en el año 2013. Yo aprovecho esta época para darle rienda suelta a la imaginación y ver qué quiero lograr el próximo año sin poner limitaciones ni peros. Más adelante, en diciembre, cuando me toque realmente trazar el plan, puedo darles prioridad a algunas ideas y dejar otras para otro momento. Pero ahora, la tarea es soñar, visualizar e inventar.
Estas son algunas de mis ideas:
- Establecer cuál será el enfoque principal del próximo año.
- Evaluar los logros de este año y ver cómo los puedo mejorar.
- Felicitarme por el camino recorrido y prepararme para el que falta.
- Hacerme la pregunta clásica: ¿Si no tuvieras limitación alguna en la vida, qué harías con tu tiempo? Esa pregunta siempre me ha servido de norte para tomar decisiones.
Por lo tanto, mi tarea —y la de ustedes si se
animan— es mirar este año desde otra perspectiva: salir al parque, tomar un
almuerzo de tres horas a mitad de semana, ir a un sitio que nunca he ido o ver
una película que está “pendiente” desde hace tiempo. Son detalles sencillos, pero permiten cambiar
el panorama de manera que pueda uno obtener resultados diferentes. Yo lo he hecho y he visto cómo mi marco
mental se nutre y se expande. ¡Anímense!
Cuéntame qué harás para cambiar tu
perspectiva y visualizar el año 2013.
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