Aunque soy
una persona de muchas rutinas, no tengo tantas tradiciones. Una de las pocas que preservo —y que no es
negociable— es mi tradición del Día de Reyes.
Desde pequeña, acostumbro visitar a mis tías en Humacao, ciudad natal de
mi mamá. Cuando niña, tras recibir a los
Reyes Magos en nuestro hogar, salíamos en caravana hacia Humacao junto a tíos,
primos y amistades. Era un día de muchas
paradas. Visitábamos tías de un lado y
del otro y en cada parada parecía unirse aún más gente. Comíamos, jugábamos y compartíamos en familia
entre risas y mucha música.
Algunos de los
recuerdos más lindos de mi niñez son del Día de Reyes. Cuando mi madre murió, muchos pensaron que yo
interrumpiría esa tradición. Sin
embargo, ese día es muy especial para mí y tener la oportunidad de continuar
una tradición que mi madre comenzó es importante para mí.
Ahora que
tengo negocio propio, busco maneras de crear experiencias que se conviertan en tradiciones
para mis clientes. Por ejemplo, en
diciembre, compartí bombas afropuertorriqueñas con temas de interés para los escritores. Me encantó la reacción del público ante mi rima,
que estuvo unos días mejor que otros. Espero
seguir encontrando maneras positivas de permanecer en la mente de mis clientes
como las tradiciones de mi mamá permanecen eternamente en mi corazón.
Me encantan tus recuerdos de familia, en mi casa el día de Reyes se celebró hasta que alcancé mi pubertad y luego tristemente se convirtió en un día como otro cualquiera, lo más triste es que cometí el mismo error con mis hijas.Me gustaría iniciar una nueva tradición pero ahora que mis hijas estarán lejos de mi no creo que sea posible. De todos modos me gusta ver como lo celebran otras personas.
ResponderBorrarGracias por compartir tu experiencia, Ivette. Me encanta la idea de que inicies nuevas tradiciones. Con los avances de la tecnología, la distancia se acorta. ¿Qué tal si la tradición es una llamada en video? Comienza sencillo y cuando puedas compartir en persona, expandes la tradición. Saludos, Vigimaris
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