Cuando John Maxwell habla sobre la Ley del círculo interno, dice que “el potencial de un líder es
determinado por aquellos que están a su alrededor” (Fuente: Libro “Las 21 leyes
irrefutables de liderazgo” de John Maxwell).
En la película Meet the parents —protagonizada por Ben Stiller, Robert De Niro y Teri Polo— el personaje de Robert De Niro habla de un “círculo de confianza”. Para estar en ese círculo, el novio de su hija tiene que ganarse su confianza tras una serie de pruebas intensas.
Así ocurre también con las amistades, aunque no las
ponemos a prueba tan abiertamente. Sin
embargo, no nos hacemos amigos de alguien por la mera razón de conocerlos. Para ser “amigo”, una persona tiene que
ganarse nuestra confianza y nuestro respeto por medio de sus acciones diarias. Generalmente, con las amistades, uno lo hace
por instinto, pero en lo profesional, a veces, conlleva más esfuerzo. Comenzamos por tratar a cada cliente y cada colega
con la delicadeza que merece y poco a poco la relación de trabajo puede evolucionar
de ser “cordial” a ser parte del “círculo interno”. Pero pertenecer al círculo es un privilegio
que la gente se gana.
Entrar al círculo interno es un proceso de dar y
recibir:
- comprensión
- agradecimiento por el valor añadido
- respeto por el trabajo propio y ajeno
- confianza en los criterios personales
- razones para ganarse el lugar en la vida del otro
Para eso, mi consejo es operar desde el corazón. Confía en tu instinto y “haz el bien sin mirar a quién”.
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