domingo, 15 de enero de 2012

El primer emprendedor


Mi papá fue el primer emprendedor que conocí cuando todavía no se usaba el término, ni sabía yo lo que era.  Él tuvo negocios toda la vida, entre ellos: restaurantes y talleres de mecánica. Cuando era pequeña, yo soñaba con ser su acompañante, una especie de chofer que lo llevaba a todas partes y coordinaba sus reuniones cuando ya él fuera muy viejito para guiar.  Aunque su súbita muerte no me permitió cumplir ese sueño, él tuvo la oportunidad de darme unas enseñanzas de vida que todavía recuerdo.

Cuando nací, ya él estaba retirado.  Sin embargo, todavía administraba los negocios, pero para mí eso no era trabajo.  Yo creía que trabajar era estar en una oficina de 8:00 a.m. a 5:00 p.m. y no estar disponible para recogerme en el colegio a las 2:30 p.m. como él solía hacer. 

Esa  fue una de mis primeras lecciones en el emprendedorismo: los horarios no son tradicionales y la manera de trabajar tampoco.  Por ejemplo, aunque parezca que solo estoy sentada en el sofá, la verdad es que desde ese sofá produzco trabajo: edito textos, preparo mis clases, contesto preguntas de mis clientes, colaboro en redes empresariales… y actualizo mis blogs. 

Si algo necesitamos en estos días es cambiar los antiguos modelos.  Ya pasaron los tiempos de salir a buscar trabajo.  Ahora nos toca crear nuestras oportunidades.  ¿¡Y qué mejor manera de hacerlo que desde la comodidad de tu sofá!?

Cuéntame tu experiencia como emprendedor/a. 

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