domingo, 29 de abril de 2012

Aprende a crear tu marca personal


Uno de los temas que más me gusta es el de cómo crear una marca personal.  La marca personal complementa tu negocio, producto o servicio y permite que el público te reconozca y, más importante aún, te recuerde.

El viernes, 11 de mayo voy a dictar el taller “Networking your personal brand” con la Profesora Millie Serrano.  En el taller, yo me encargaré de enseñarte a crear tu marca y la Profesora Serrano te enseñará ejercicios prácticos que puedes usar en las actividades de networking para que le saques provecho a tu marca personal. 

Será un taller interactivo y divertido.  Para registrarte envía un mensaje a vigimaris@editorialnarra.com.

domingo, 22 de abril de 2012

Un nuevo amanecer financiero


Acaba de pasar la época de las planillas y ahora sabemos dónde estamos parados en términos financieros.  Hoy comparto una entrada de blog de un autor invitado, el licenciado Jayson N. Ramos-Pérez.  Él explica cómo podemos tener un nuevo amanecer financiero

domingo, 15 de abril de 2012

La hora puertorriqueña


¿Por qué tenemos la mala costumbre de llegar tarde a todas partes?  Yo comprendo que en estos días tenemos tantas cosas que hacer que el tiempo se nos escapa, pero tener como costumbre llegar tarde da una mala impresión.

Como empresarios, no nos podemos dar el lujo de causar una mala impresión.  Y tal vez no sea tan difícil de corregir, quizás con un poquito de organización lo podemos lograr.

Algunos de mis truquitos para llegar a tiempo son:
  • Levantarme más temprano.
  • Programar una hora de camino para la primera cita del día porque en las mañanas suele haber más tráfico y 30 minutos de camino para las próximas citas (si son relativamente cerca).
  • Adelantar el reloj del carro 10 minutos.
Una cosa es emplear “la hora puertorriqueña” para actividades sociales en las que no queremos ser los primeros en llegar, pero otra muy distinta llegar tarde a un seminario o a una reunión con un cliente.  Estos pequeños detalles dicen mucho. Dejemos que las tardanzas sean solo excepciones y sentiremos que somos más productivos en los negocios y en la vida.

domingo, 8 de abril de 2012

El círculo vicioso de la experiencia y el trabajo


Cuando terminábamos nuestro bachillerato, mi mejor amiga de escuela superior y yo nos topamos con un dilema: sin experiencia nadie nos daba trabajo y sin trabajo no podíamos adquirir experiencia.  ¿Y ahora qué?

Yo tuve la suerte de encontrar alguien que estaba, precisamente, buscando una secretaria que no tuviera experiencia para adiestrarla a su estilo.  Mi amiga usó una agencia de trabajos temporales y tuvo la suerte que, al cabo de su período de probatoria, la dejaron allí mismo trabajando.

De eso van 10 años.  Hoy día, cuando me comentan sobre ese dilema, mis consejos son otros.  Las oportunidades de empleo no son las mismas que tuvimos nosotras, por lo que ahora aconsejo:

Crea tus propias oportunidades.

       Haz trabajo voluntario.  Es una buena manera de adquirir experiencia a la vez que aportas al desarrollo de una institución.

       Ofrécete para hacer una práctica o un internado en el campo que te interesa.  De esta manera, aprendes cómo se bate el cobre en la industria y puedes decidir si realmente es una opción para ti.

       Monta tu propio negocio y busca un mentor que te guie. Si nadie te da la oportunidad, dátela tú.  Creé en ti, busca información y lánzate.

En los primeros dos escenarios, si haces un buen trabajo tienes una excelente probabilidad de que te dejen como empleado regular.  Si no fuera el caso, saldrás con la experiencia que necesitas para conseguir un trabajo o para montar tu propio negocio. Es una situación en la que no tienes nada que perder y mucho por ganar… y aprender.

Empresario/a que me lees: dale la oportunidad a un practicante o arriésgate con alguien que no tenga experiencia y comparte tu conocimiento.  Estarás aportando al mejoramiento del País y por eso recibirás agradecimiento eterno.

¡Pongamos la acción donde ponemos la palabra!

domingo, 1 de abril de 2012

¿Por qué dejar todo para el último minuto?


En inglés se le llama “procrastination” y es el fenómeno de dejar las cosas para después.  Pienso que es una negación de hacer lo que tengo que hacer por el mero placer de que puedo dejarlo para después.  Yo tengo episodios de este mal.  Por lo general, trato de hacer las cosas con tiempo, pero hay ocasiones en las que por más que intento, no logro tomar acción para comenzar una tarea.  “Es como perseguirse el rabo”, diría una amiga mía.  Porque no es que estoy sentada sin hacer nada, sino que siempre encuentro otra cosa que tengo que hacer primero y me sirve de excusa perfecta para dejar para después lo que realmente se supone que esté haciendo ahora.

A veces me pregunto si será un reto personal dejar las cosas para después para ver si logro cumplir con la meta a pesar de tener poco tiempo.  ¿Será que disfruto la dosis de adrenalina?  Tiendo a pensar que sí porque la verdad es que siempre lo logro, aunque a veces el esfuerzo es sobrehumano y las horas de sueño brillan por su ausencia.

Para contrarrestar este dilema, llevo una agenda bastante estricta.  Así disminuyo la posibilidad de que algo se me olvide y me asigno suficiente tiempo de manera que, si el episodio me ataca, todavía tengo un tiempo adicional para completar la tarea.