lunes, 20 de agosto de 2012

La importancia de la planificación financiera

En el ajoro diario, muchas veces tomamos decisiones en automático sin crear un plan a largo plazo sobre dónde queremos estar en un año, en cinco o en diez.  Y esa fue la primera pregunta que hizo José Medina, el conferenciante en un taller sobre cómo multiplicar el potencial financiero: ¿Dónde quieres estar y cómo vas a llegar?
 
El sábado, hice un alto en mi agenda para hacer planes para mi retiro, así como lo hago para tantas otras áreas de mi vida.  Allí validé que mi camino es el correcto pues durante estos años productivos en los que disfruto mi trabajo, también doy pasos para planificar mi retiro, de manera que, cuando ya no sea tan productiva y quiera bajar el paso, pueda hacerlo.
 
 
Aunque mi motivación principal fue ir para aprender a planificar un retiro tranquilo, de las ideas que nos dio José, también aprendí sobre cómo ayudar a mis autores a crear ingresos pasivos, principalmente, por la venta de sus libros, por lo que ahora tengo más que ofrecerles. Igualmente, retomé mentalmente un proyecto que tenía “dormido” y que ahora sé cómo puedo ponerlo a producir nuevamente.  
 
En fin, en una mañana, recibí información que me ayudará tremendamente para no solo identificar mis próximos pasos sino a saber cómo darlos.
 
¡Gracias a José y a su equipo por darnos tanta información valiosa y hacernos sentir bienvenidos!

martes, 14 de agosto de 2012

Un fin de semana de liderazgo


Este fin de semana aprendí que el liderazgo es influencia, que influencia es añadir valor y que añadir valor (para mí) es crear una experiencia positiva en la memoria de las personas a mi alrededor. 

Mi padre le llamaría, “ser detallista”.  Pero John Maxwell, en cuya teoría se basó la certificación de liderazgo, lo lleva más allá… y te enseña a prestar atención a los detalles, o sea, a escuchar y a conectar.

Aprendí sobre las 21 leyes irrefutables de liderazgo y así mismo se titula el libro de Maxwell.  Algunas las había escuchado aunque no las entendía, otras son nuevas para mí. 

Mis favoritas son estas:
  1. La ley de la influencia
  2. La ley de la navegación
  3. La ley del magnetismo
  4. La ley de conexión
  5. La ley del círculo interno
  6. La ley de prioridades
  7. La ley del legado

Me comprometo a desarrollar mi liderazgo y a compartir mi conocimiento, si me lo permites.  Escríbeme, permíteme aprender de ti.  Sé parte de mi comunidad porque más que cambiar el mundo, quiero tocar el mundo… quiero dejar un legado de apoyo.  Y si me das seguimiento, aportarás a que yo pueda seguir adelante y ser mejor cada día.  A cambio, seré herramienta de inspiración para que tú también desarrolles tu liderazgo.

Aprovecho para agradecer a Saritza Zambrana de Fine Edge Coaching por entregarse y darnos lo mejor de ella para que nosotros también seamos líderes.

lunes, 6 de agosto de 2012

C, but learning



Recuerdo que estaba en décimo grado y llevaba C en la clase de historia.  Como eso era tan raro para mí una estudiante de A decidí hablar con el maestro para auscultar opciones.  Además, aunque Mami solo me pedía que diera mi máximo y no necesariamente me exigía que sacara A, yo sabía que a ella le preocuparía el asunto.

Hablé con el maestro, pero como conocía mi trabajo, él no estaba preocupado y entendía que yo subiría la nota en lo que quedaba del semestre.  Me dijo, “La C no importa, lo que importa es que estás aprendiendo”.  Mi única respuesta fue “Sí, pero el informe de notas que leerá mi mamá no dice ‘C, pero aprendiendo’”.  Pareciera que le hice cosquillas.  Se echó a reír y pasó a ser un chiste: “C, but learning”, porque el estudié en un sistema en el que todo era en inglés.  Cuando Mami me recogió en el colegio aquel día, le enseñé mis notas y le conté mis gestiones con el maestro.  A ella también le resultó graciosísima mi reacción y entendió la postura del maestro.  Fue entonces que me di cuenta de que la preocupación era solo mía y que los que miraban desde afuera no veían problema alguno.

El tiempo les dio la razón, rápidamente subí la nota y terminé el semestre con las notas de siempre.  Aprendí que uno tiene tropiezos, pero que son solo circunstancias pasajeras y que pronto todo regresa a la normalidad.  Ambos me enseñaron a tener confianza en mí y a esforzarme al máximo de mi capacidad. 

En la vida, nos empeñamos por sacar A sin ver que a veces con una C uno aprende más.  O queremos que ocurra algo de una manera cuando lo que ocurre es mejor o es igual de bueno, pero distinto de lo que esperábamos.  Por lo tanto, también he aprendido a ser flexible.