Mientras
el Huracán Georges hacía estragos en la isla, Luisa García y Kenneth Haddock,
ideaban lanzar un negocio propio. Eso es tener una actitud empresarial: “si uno
no se tira, no sabe si funciona”, dice Kenneth.
Tras
estudiar biología, Kenneth decidió no seguir una carrera en medicina, pero con
tanto conocimiento en el campo, experiencia en la venta de libros médicos y
unos $500 en el bolsillo, convenció a su esposa, Luisa, de que distribuir
libros y equipos médicos sería su futuro.
Tras
invertir en un fax para enviar las órdenes a los suplidores y en un escritorio
que acomodó en la sala de su hogar, Kenneth estaba listo para operar. Los
primeros años, estuvo solo haciendo su ruta en las escuelas de medicina donde
entregaba personalmente los libros a los estudiantes, luego visitó las escuelas
de medicina para suplirles libros a los médicos que servían de mentores a los
estudiantes. Su herramienta principal, cuenta Kenneth, era su celular, pues los
estudiantes lo llamaban para verificar si tenía un libro o el otro y él, con
gusto, no solo hacía la entrega personalmente sino que ofrecía planes de pago
para que los estudiantes pudieran sufragar los altos costos de los libros
especializados. “Ese servicio al cliente fue lo que nos dio la ventaja
competitiva”, narra Kenneth en medio de tantos recuerdos. “Yo llegaba en mi
guagua, abría la puerta de atrás y atendía a los estudiantes” recuerda él.
Al
cabo de dos años, ya Kenneth no podía solo por lo que convenció a Luisa de
dejar su trabajo e integrarse al negocio pues ya los clientes pedían una
librería física. Luisa se integró en la parte administrativa y rápidamente
abrieron su primer local, que según cuentan, era un pasillo largo y estrecho,
que pronto también se les quedó pequeño. Se mudaron, entonces, a la avenida
Américo Miranda, a pocos pasos de donde se encuentran hoy, y allí “aprendimos a
operar una tienda, con espacio de exhibición y una oficina”, relata Luisa,
siempre con una sonrisa. Como ya eran dos, aprovecharon para comenzar a
participar en convenciones médicas en las que, además de vender libros y
equipos médicos, obtuvieron mucha exposición ante la comunidad médica, que ya
los seguía por sus años en el mercado. Unos años después tuvieron la
oportunidad de comprar el edificio donde ahora tienen la librería K&L
Books.
Los
cambios
Con
el espacio adicional, fue la misma clientela quien pidió que trajeran libros de
interés general por lo que ahora, además de servirle al mercado médico, también
atienden a un público que disfruta los libros de cocina, autoayuda, negocios y
literatura. “Como lo atendemos nosotros mismos, podemos escuchar lo que pide el
cliente y satisfacer sus necesidades”, explica Luisa mientras Kenneth añade
que, con los libros de interés general, les surgió la idea de apoyar lo de
aquí: los autores puertorriqueños y los artesanos, por ejemplo, y ofrecerles
una variedad de café y té para que, no solo vean la librería como una tienda,
sino como un lugar de encuentro donde el público puede ir a leer, degustar café
y compartir con otras personas.
“Nos
gusta lo que hacemos y nos adaptamos al mercado”, dice Luisa cuando recuenta
que además de libros y café tienen la Sala de Lectura, que está disponible para
actividades. Quienes interesan usar el espacio tienen la opción de hacer un
pedido especial de meriendas o almuerzos para sus invitados.
Los
consejos
Tras
15 años en el negocio, Kenneth comparte este consejo para quienes deseen
comenzar un negocio: “Únete con la gente profesional, búscate al mejor en su
campo, sea en recursos humanos, contabilidad o leyes, invierte en una buena
página de Internet y, si puedes, compra el local desde el principio para que
tengas una inversión además del negocio”.
De izquierda a derecha: Luisa García, Kenneth Haddock, Vigimaris Nadal-Ramos y Julie Parenteau. |
La
librería K&L Books está en la Avenida Américo Miranda 1201, cerca del
Centro Médico de Río Piedras. Además, tiene una fuerte presencia en los medios
sociales:
¡Que linda historia¡
ResponderBorrarUna real historia aprovechando las oportunidades y abrazando los cambios. Les felicito por su entusiasmo contagioso y compromiso en servicio al cliente.
Luisa y Kenneth un gran ejemplo a seguir.
Que sean muchos años más!!!! Adelante.
Salud y éxitos
Tere Montes
(@TwiTere)
Así es, Tere. Tenemos mucho que aprender de ellos.
BorrarSaludos,
Vigimaris
Me encantó la historia! Es interesante saber todos los pininos que pasaron para que KL Books sea el que yo conozco hoy. Hay veces que uno pierde perspectiva y no se da cuenta lo mucho que hay que trabajar, pero como bien dice el artículo “si uno no se tira, no sabe si funciona”.
ResponderBorrarPara quienes no han tenido el privilegio de visitar KL Books y conocer a Luisa y a Kenneth, les recomiendo que se den una vueltita aunque sea para tomarse un té o un café. El ambiente es sumamente acogedor y ni hablar de ¡Luisa y Kenneth, dos personas extraordinarias!
Finalmente, los talleres que ofrecen en KL books, variados, para todos los gustos y por supuesto muy buenos. Muchas felicidades, muchas bendiciones y que tengamos KL books por muchos años más.
Es cierto, Wanda, el ambiente en K&L es acogedor, invita a llegar y luego uno no se quiere ir.
BorrarGracias por tu comentario,
Vigimaris
Excelente. Me alegra conocer un poco más de su Historia de Exito. Gracias por compartirla. Bendiciones. Weena :-)
ResponderBorrarGracias a ti, Weena, por leerla.
BorrarSaludos,
Vigimaris
muy buena historia. Arriba lo de aquí!!!!
ResponderBorrarAsí mismo es, Kathia.
BorrarSaludos,
Vigimaris