Mucho se ha dicho sobre los beneficios de tener un plan. Particularmente
escuchamos sobre los planes de negocios. Sin embargo, uno puede tener un plan
para cada día o podemos llamarle también una estrategia. La idea es que sin un
plan no sabemos hacia dónde vamos, por eso escribir las metas ayuda a
identificar los pasos que se deben tomar para materializar esas ideas y aprovechar
el tiempo cada día.
Yo, por ejemplo, tengo que escribirlo todo. Mi plan, muchas
veces, es una lista de tareas que debo completar en el día, en la semana o
durante el mes. Esa lista o ese plan me permite ver cuán sencilla o compleja es
la idea, asignarle el tiempo necesario y el momento ideal para llevarla a cabo.
Tarea
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Tiempo necesario
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Momento ideal
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Sin embargo, ese plan o esa lista cambia muchísimo desde que
la escribo hasta el momento en que la materializo. Por lo tanto, el plan no es
una camisa de fuerzas es, por el contrario, un mapa o una guía.
A mí me funciona tener una libreta en la que anoto todas las
ideas. Generalmente, le asignó una página nueva a cada idea. También tengo
páginas en las que tengo los meses del año y en cada mes anoto ideas y metas.
Pero también tengo múltiples sobres reciclados (de esos que vienen con las
cuentas) en los que anoto las ideas inmediatas o lo que pienso hacer durante el
día y según las voy completando las tacho. Al final del día, paso las tareas
incompletas a la lista de mañana y boto el sobre. Si me di cuenta que una tarea
me tomará mucho tiempo, la paso a la libreta en el día, semana o mes que
entiendo es apropiado completarla.
Ahora quiero saber: ¿cuál es tu sistema? No hay sistemas
correctos o incorrectos es cuestión de encontrar el que te funcione. El que te
funcione es el correcto para ti. Espero que estas ideas te ayuden y si tienes
sugerencias, compártelas en los comentarios. Me encantaría aprender nuevas
estrategias.
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