Ya
comenzaron las clases y, desde luego, la rutina cambia. Pero precisamente esa
rutina también contribuye a la productividad porque sabes el horario que tienes
disponible para cada una de tus funciones.
En mi caso,
mis días se parecen a este:
- Dar clases en las mañanas.
- Camino a la casa, entro al colmado si hace falta algo.
- Tan pronto llego, contesto los correos electrónicos del día.
- Cocino, como y veo las noticias.
- Reviso si me queda algún asunto pendiente y lo resuelvo.
- Termino mi día con un rato de lectura antes de irme a dormir.
Aunque
muchas veces las noticias son negativas, pienso que toda persona
debe estar al tanto de lo que ocurre en su país y en el mundo. Por eso, por lo
menos debe revisar un medio de comunicación al día. Por ejemplo, leer el periódico,
ver las noticias matutinas o vespertinas, escuchar alguna estación de noticias
en la radio cuando va en el carro.
De esa manera, además de desarrollar criterios propios
sobre lo que está sucediendo, podrá participar en las conversaciones
cotidianas. Por ejemplo, recientemente tuvimos un leve temblor en Puerto Rico.
Al otro día, ese era el tema obligado en todos los lugares. Por lo tanto,
compartí mi reacción al momento de sentir el temblor y también hablé sobre lo
que había leído acerca de la magnitud del evento de la naturaleza. Aunque no añadiera
nada más, algo tuve para aportar a esa conversación.
¿Cuál es tu rutina y cómo aportas a las conversaciones
cotidianas?
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